6.2.15

Johnny "The Cooler" / Juanito el Friolero.

Suena el despertador. No parece que su nombre me cause efecto. Tanta tecnología hace que me olvide de cómo no apagarlo del todo, o de pararlo. Me entran ganas de estampar el móvil, pero enseguida recuerdo lo que me costó conseguirlo y me paro, bueno, me lo pienso dos veces y doy la vuelta.
Hace frío, no es una novedad, estamos a finales de Enero y es lo normal. La discusión siempre es la misma, si en la costa tenéis frío con 10 grados, allí que están a -12 grados, ni te cuento... Que si el viento, que si la humedad, que si no están preparadas las casas, que si los que no están preparadas son las personas, en fin, sigo pensando que a los meteorólogos no les gusta su oficio por conocer como se comporta el clima, sino que son personas sosas que quieren fardar de conversaciones banales, es decir, que siempre puedes iniciar con quien sea una conversación sobre el tiempo, (aún cuando no sabes de qué hablar, como yo en este escrito)
Mientras pienso en esto, no me levanto de la cama, por eso del frío, ya ves, Inés. Retomo el último sueño e intento darle un giro de guión para que salve a alguna guapa dama ligera de ropa en apuros, o pasemos ya a la última escena donde entramos en calor de la mejor manera que existe, pero no hay forma, ya no se sueña, todo va encarado a levantarte: tener ganas de mear, recordar las cosas que hay que hacer, que llamen al timbre para repartir publicidad (repartidores: eso de "carta del banco" ya no cuela)
Así que te desprendes de la cama como una placa de hielo de la gruesa pieza madre y deambulas por la casa, pensando si eso de que "con la luz del sol entras en calor" solo sucede en la calle.
A ritmo de Chiquito y con los pantalones en modo rapero te preparas el desayuno y el aceite está gelatinoso (caramba, pienso, debo de estar así por dentro) Café y "palante".
Cuando estamos fríos, el ser humano es extraño, tienes las manos de iceman, y los tembleques de "Blanka" del Street Fighter (efectivamente, referentes culturales de alto nivel, ya lo sé, así me va) y encima para que se vaya el olor a clase de secundaria, abres para ventilar y en modo Chiquito te vas a la ducha, con los pezones rasgas la camiseta interior y el gel es granizado de vainilla, copón, piensas, soy "Pingu", solo falta que mi padre fume en pipa y teja una bufanda mientras me espera para pescar en un agujero en el hielo.
Somos modernos hasta para hablar del frío, por eso en Valencia igual nos volvemos locos cuando llueve un poco, que reventamos el photoshop cuando cae "aguanieve" glaseandonos las neuronas y haciendo circular fotos de la ciudad. Imaginen a un Islandés, pasando fotos falsas de un día soleado tomando una cerveza en una céntrica terraza de su ciudad, y haciendo chanzas... Aquí somos "de la guasa", y eso lo que nos toca, todo es sometido a coña, solo que al democratizarlo, unos son potenciales cracks y otros, pues no, incluso se lo creen todo. Porque hay gente que no sabe que las mujeres de las revistas están retocadísimas, o incluso se creen "De buen ley" pero eso es otro cantar. Mientras los chistes de la nieve me chupan los datos del móvil, se subasta la "Ciutat de la Llum" y algún cretino votado reparte vales de comida antes de las elecciones... y es que aquí, no llueven hombres como en la canción, llueven idiotas por doquier, y no hay paraguas que aguante eso.
Me voy a la calle con mis botas de agua que han limpiado la acera con la manguera...
¡Hasta la siguiente!