18.12.12

No diré nada del fin del mundo porque "pa" qué...

Segunda semana de tanteo... y a expensas ,insisto, de que no se acabe el mundo el 21/12/12 porque no sé qué leche le ha dado a todo el mundo esa manía de querer que se acabe la vida (con la de tonterías que me quedan por hacer...) a expensas pues de esto, os dejo otros dos videos caseros y un texto con "recado"...




Vamos a ser breves si se puede…
Todo acto creativo necesita de la pasión, y a la pasión se le alimenta desde el corazón.
El corazón bombea sangre (pum-pum) y esta lo hace al ritmo de la respiración, que fluye según la actividad física y las emociones. Este preludio que parece sacado de un diálogo del gran (Doctor) Sheldon Cooper sólo surge de un intento de sinergia entre los lectores y el "escritor", por lo que utilizo este truco para intentar emocionarles de alguna manera para sentirme bien y expresar lo que me pasa por la cabeza (discúlpenme si cometo el error de justificarme: es que me emociono).
¿Qué pasa? ¿Es que no está de moda emocionarse?¿Lo “cool” ahora es ser un rígido ente que cuando ve algo especial tiene que pensar inevitablemente que “no es para tanto” o “yo ya he visto esto antes en Wikipedia”?. No señora, esto tiene que cambiar, nos tienen inducidos por la emoción sensacionalista de la prensa, tenga que ver o no con la negra actualidad y hacernos sentir infantilmente (en el mal sentido) involucrados con emociones que aún siendo primarias, están clarísimamente manipuladas para hacernos decir “virgencita que me quede como estoy”.
Mi premisa aquí es simplemente decir que necesitamos (aquí me incluyo que estoy harto de Mou y del "Madridarena") buscar cosas para emocionarse, tomarse una exposición (que merezca la pena) como un descubrimiento, ver una película antigua con otros ojos, leer un libro sin tener el móvil cerca, detenerse a observar fotografías (en papel) tranquilamente, mirar desde el autobús un barrio que no conocen, escuchar una buena historia, disfrutar una canción solo y en silencio…
 ¡Yo que sé! Al fin y al cabo consiste en aderezar la cruda realidad con momentos más intelectuales (¡Oh Calíope!...) entre envío de currículum y currículum en el que mucho estamos viviendo, sino que consiste en algo más, antes de la “revolución” que estamos viviendo estará la nuestra que andará coja porque antes no nos hemos querido a nosotros mismos, y, antes de que alguien piense que soy un pastor encubierto o algo así, les diré que esta, digamos, reflexión es más un fruto de lo que veo alrededor sin más... Y que ójala Dios fuera negra.
¿Se emocionan ustedes?