21.2.13

Gente que no escucha.

La gente no escucha.

Y no, no es una promo de GAES (porque no quiero que me lo repitan todo) es simplemente que no escuchamos, hasta tal punto que aun sabiendo que este escrito en mi blog lo va a leer menos gente que si lo colgase en Facebook, lo subo aquí por el mero hecho de saber que quien ha entrado en este blog, es porque se ha tomado la molestia de mirar/escuchar un ratito las tonterías que escribo, dibujo y monto en audios. Mientras que si lo hago en las redes sociales pasarán por encima, sin pararse a leer tranquilamente, y todo enmaquetado sobre blancos, grises y azules (que no es que no me guste, pero para algo me he currado el blog, ¿no?).

Sirva como ejemplo esta entrada, pero este mal, circunstancia de la época en la que vivimos, bombardeados de meteoritos, digo de noticias, de las que muchas veces no pasamos del titular o del primer minuto, y me incluyo (si hasta nuestro cerebro puede leer con las letras desordenadas, si dejamos las últimas y las primeras en su sitio) y hace que saquemos de contexto los mensajes que se publican y que signifiquen todo lo contrario de lo que querían decir. No hay tiempo, por eso Twiter funciona bien, por eso no hay reflexiones pausadas, hay que posicionarse y ya, es más, alguno por este tramo del articulo estará juzgando lo que pienso, este de acuerdo o no, sin realmente degustar lo que escribo (bueno, no escribo como para degustar un “arròs del senyoret”, pero los “kebap” también se puede degustar, lo que pasa es que siempre nos los comemos de fiesta o de cabreo y caen rápido, ver la vida del kebap. pag.146).

Y si los periodistas 2.0 crean un artículo, siempre con excepciones, de titular sensacionalista (miren el Marca.com y observen las 10 primeras noticias) el súmmum del “autismo” lo desarrollan como no, los reyes del mambo, los capos del engaño, los fenómenos del lenguaje vacío, los matemáticos de la geometría verbal, los que hablan sin escucharse, son, esta claro, los políticos.
Retuercen tanto el lenguaje que son capaces de decir un párrafo de titular de prensa, de más de 100 palabras sin decir NADA. Sin concluir nada. Le pasó a Mariano cuando en vez de una doble negación británica usó tantas negativas contrapuestas que no se le entendió nada, le pasó a la menestra de Hacienda (creo) que después de hablar de los presupuestos, a micrófono abierto dijo: (que esa es otra: ¿Qué problema tienen los políticos con la tecnología, que no cierran los micros ni saben que botón apretar en las votaciones? ¿Acaso nos toman por subnormales?) –“No se lo que he dicho ni yo”.
Síntoma de un problema que nos incurre en la vida normal, porque, a ver: ¿Cuántas conversaciones tenemos a la semana que en realidad son dos monólogos?

-¡Qué semana llevo…! el miércoles llegué tarde al trabajo y el jefe me llamó la atención y me llamó de todo; madre mía, no sé como lo voy a tener para renovar.
-Pues yo a mi novia no le regalo nada para San Valentín, pero me obliga a ir de cenita romántica… Románticamente cara, ¡60 napos nos costó la broma!, no veas…

Y así, sucesivamente, miles de ejemplos de falta de atención: El zapping, los encabezados de las preguntas de los exámenes, las instrucciones de uso en general, las canciones del spotify, los consejos de los mayores, los carteles de la calle…
No estamos sordos o faltos de atención, es que estamos tontos…

Y por fín con un poco de retraso, el audio de la semana, Rapcela! Enjoy.