20.5.15

Mad Men, gracias.

Seriéfilos, consumidores de sagas, ya ha terminado Mad Men. Posiblemente la serie más elegante del siglo XXI, y que tuvo la "desgracia" de toparse con Breaking Bad, True Blood y Juego de Tronos en los premios en los que estaba nominado. Pero da igual. Es la serie con más clase y punto. Os pondré en antecedentes:
La historia relata las aventuras de Don Draper, un publicista de éxito en Nueva York, en la empresa Sterling-Cooper, que existió de verdad y en la que los guionistas se inspiraron para contar la América de mitades de siglo XX. Muchas de las campañas de publicidad son reales, y los productos y las multinacionales mencionadas también, con lo que las historias se enmarcan en un contexto muy fiel, además influenciado por los acontecimientos que sucedieron entre finales de los 50 y principios de los 70, siempre claro, desde un punto de vista mas bien republicano.
Por medio de la imagen de Don Draper entramos en un mundo muy machista, recientemente hiperconsumista y agresivo, donde los personajes cuentan sus penas y dramas entre mucho alcohol y tabaco. Tiene escenas incómodas que hoy en día no entendemos en color, un espectacular despliegue de decorados, trajes y ambientación, y una magia que Don (Jon Hamm) pasea como nadie (no creo que sea un grandísimo actor, pero este papel esta hecho para él) entre golferías, reuniones, frases ingeniosas y huidas inesperadas.
Los que la han visto por encima, la ven como un homenaje nostálgico y propagandístico Norteamericano, y yo creo que es un culebrón superelegante (porque es un culebrón, y a mi que no me van, me lo han colado por el estilazo que destilan hasta las tipografías de las puertas de los despachos, vale, y por Cristina Hendricks) con un trasfondo muy interesante, primero el estético, la serie en sí es una obra de arte, y si te gusta el diseño gráfico, la arquitectura, el interiorismo, la moda o el arte, tienes que verla y punto. La verosimilitud de las campañas de publicidad, las estrategias, la edad de oro de la publicidad, los objetos que manejan, la ropa, los planos que parecen cuadros de Hopper, las canciones de cierre de capítulo, todo te entretiene.
Y después el mensaje que navega por debajo todo el rato. En un momento donde las guerras, los avances tecnológicos, el capitalismo salvaje y las multinacionales están en expansión y que además influyen de forma directa en la trama; el hombre está muy poco preparado para soportar esta era moderna, y la mujer mucho menos, porque es poco más que un robot multifunción al que se le puede tocar el culo y no pasa nada. Lo que nos lleva a pensar si en 40 años hemos avanzado con respecto a esta forma de vivir, y ya cada uno saca sus propias conclusiones. La evolución de los personajes y las reacciones que provocan en un espectador del 2015 nos dan muchas pistas.
Es un caramelito que en un principio nos puede parecer ofensivo y pueril, pero que al final otorga un protagonismo a las mujeres impresionante. Y por ello, me alegro, a veces hay que hacer una doble lectura a las cosas, para saborearlo mejor.
¡Y no os he contado ni un solo Spoiler chavales! Yo no me arrepiento de haber visto las 7 temporadas.
Mi puntuación del 1 al 5, le pongo 4 Payos.