Esta semanica, muchas de las cosas en las que uno piensa, se relacionan con el tiempo. ¿Hay algo más socorrido? El tiempo en el ascensor, irónicamente, pasa despacio si vas con gente, y si vas solo, tiende a provocar cambios gaseosos y subir la temperatura. El estado se pasa a liquido sudor salado si sube después alguien contigo, o si es del género contrario.
El tiempo, un código no unificado que confunde más que ayuda. Porque en los dias que el mapa de España indica que hay sol y nubes con posibilidad de chubascos moderados, ¿como sales a la calle? pantalón largo, camiseta de manga corta y con un posible paragüas? Además cada vez hay más iconos y en vez de ayudar confunden más. Ya sabemos que por la noche no hay sol, ¿qué mas da que pongas un icono de luna, si por la mañana llueve torrencialmente y habia previsión de sol y un 10% de probabilidades de lluvia?
El tiempo, depende del lado en el que te encuentres de la puerta del baño, rezaba una de las leyes de Murphy. ¿Acaso tenemos en el intestino un acelerador/ralentizador del tiempo. Podríamos viajar al futuro con un Omeprazol, en un vater claro. Y a la teoría le falla la razón cuando hay más de un vater en el lugar, o son dos chicas en un mismo baño, lo que complica la cosa.
Antiguamente se decía que el año se divide en 4 estaciones. Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Fácil, poético, inspirador... Ahora, la cosa con el cambio climático se ha desvariado. Estamos en Invierno, una semana de solazo. Llega el cambio de estación, sigue haciendo un viento horroroso. En las noticias se especializan en catastrofes meteorológicas, cualquier dia un baño inundado tendrá su propio reportero en las noticias de las 3. Total que de repente hace un calor tremendo y una semana de lluvias y frio. Hay dos estaciones y lo demás es publicidad. O como dicen en Soria, aquí hay dos estaciones: Invierno y la de autobuses.
El tiempo en los deportes se mide con ceros, y en muchos deportes, menos tiempo es mejor. Luego, contra menos hagas mejor. Luego no lo entiendo. En otros deportes el tiempo es el horario, como en el tenis. ¿Cómo puede ser que con el dinero que se mueve en el mundo de las raquetas, llegue Wimbledon, en Inglaterra, que ya sabes que va a llover, porque es Inglaterra, y siguen jugando al aire libre? Parece un chiste pero programadores de televisión rezan para que encaje el partido donde toca. Y en la F1 tienen un satelite para saber si va a llover y recoger los monos antes de la carrera, y al final, un pastor local viendo las nubes acierta más y es más barato.
El tiempo en los transportes públicos es el misterio que cuarto milenio nunca investigó. Un metro va a llegar a las 16:04 y llega a las 16:01. Luego otros va a venir a las 17:37 y llega a las 17:40. Pero el reloj de la estacio va bien. Entonces, ¿porqué nos dan falsas esperanzas? ¿Si coges metros en la dirección contraria con rapidez, vas atrás en el tiempo? Qué conste que a los revisores no les sirve como excusa, siguen con la estafa. Y en los autobuses igual. Unos marcadores que te dicen cuanto va a tardar, aunque a los mayores no les afecta, ellos a su técnica indio mirando señales de humo es la que les vale. Y si en el letrero pone que faltan 14 min y pasa, ese no es tu autobus.
Chorradicas climatológicas...