25.11.13

No arrastres los pies por la ciudad.


La ciudad tiene la capacidad de hacer de la calle un lugar de paso, sales a la calle y ves gente que va a un sitio o vuelve de otro. Creo que es en Cadena Perpetua donde dicen que por el calzado sabes por donde ha estado esa persona que esta a tu lado colgado de la barra del bus, o se sienta en el metro a leer mientras cruzamos las tuberías que se construyeron para que lleguemos de eficiente forma a los sitios sin mirar los paisajes.

Hay algunos reductos como los mercadillos, los puestos ambulantes o algún parque, cosas así que juntan el concepto de estar en la calle con detenerse en un espacio que es de todos, o eso creo, porque con tanta policía uno no sabe si esta infringiendo alguna normativa. Es como un mar donde los peces bucean de un lugar a otro en grupo para evitar la caza de algún depredador. A mi me gusta cambiar las rutas habituales para ver las calles desde distintos puntos de vista, y observar algunas fachadas que realmente pasamos a diario y ni conocemos.

Y parece una ciudad distinta de día y de noche, eso es evidente, pero no pensamos en eso, ni pensamos en esa calle que esta en la otra punta de la ciudad a donde hemos ido a trabajar de continuo durante un tiempo, y cuando pasan los años, un día volvemos a encontrarnos sin saber que estaba al lado de otro lugar que desconoces y te das cuenta de lo programados que estamos. Que nos hemos deshumanizado esta claro, que alguien se te cruce por la calle preguntándote una encuesta o pidiéndote que le digas donde esta un emplazamiento parece una ofensa mas que un acto de socialización. Somos como los perros asociales que cuando los sacas a pasear y se encuentran con otros se esconden tras la piernas de su amo o gruñen desconfiados...

Y ha pasado sin darnos cuenta, hasta el punto que en Valencia, porque hablo de Valencia claro, en el Cauce del Rio, que es sin duda lo mejor de la ciudad por el día, hay mucha gente reunida haciendo actividades de todo índole, pero sobre todo corredores, auténticos galopadores que corren huyendo de sus problemas de un lado al otro como una manada de ñus enfervorecidos, calculando sus tiempos. Nada que reprochar, el deporte es salud, y la obsesión una actitud, pero aparte de obtener gracias a ello, a la legión de parados más en forma de Europa, se obtiene un rasgo más de la sociedad actual que es la prisa, todo ha de hacerse rápido y con un fin. En fin...

Y la famosa burbuja de protección, que es esto de el espacio que se usa para tratar con otra persona para socializarse y que en los países latinos es más cercano, aunque hay gente que se siente incómoda si alguien se sienta a su lado y no por la incomodidad ni por el olor, sino porque siente que le invaden su burbuja, y que cada vez se distancia más. Individualismo, dicen, pues eso será, los auriculares han hecho el resto.
Eso y la seguridad, que cada vez nos la inculcan más, en otras ciudades como Madrid o Barcelona que son grandes urbes, la gente pone papel de periódico a los libros para que los demás no sepamos que esta leyendo y así no ser molestados o juzgados. Tanto nos gusta, que entre cámaras de seguridad y demás, nos acabaremos convirtiendo en esclavos de la modernidad aislándonos del resto por temor a que nos pase algo, cuando en verdad ya nos esta pasando...

La viñeta es para un concurso de cómic con temática de integración social. Algo que si no se ejercita altruistamente se tendrá que enseñar de nuevo o se estudiará en los colegios como algo que se hacía en el pasado y que ayudaba a la gente diferente a formar parte de un grupo, y que cada vez olvidamos más.
O es que nadie ha visto a alguien jodido en la gran ciudad, y ver pasar a gente por el lado y murmurar: "bah, algo habrá hecho..."

Pues eso.