13.5.14

Abducido.

Hola Recadistas!

Hace tiempo que no escribo por aquí, a pesar de estar más activo que los bifidus de un actimel.
Son los tiempos que corren. De pronto estas en trinchera oyendo bombas alrededor y contando la diferencia entre el estruendo y el refulgor (chanante palabra) mientras escribes o te acuerdas de tus seres queridos, como de repente te mandan salir a la batalla con el casco mal puesto, el fusil sin cargar y los bolsillos abiertos, vertiéndose por ellos todos los miedos que uno intenta contener como un niño llevando un vaso de leche lleno hasta el borde.

Me han llamado a filas, a filas creativas se entiende, y estoy aprendiendito con mi Coleco que es una barbaridad. ¿Que cómo es? Es como si a mí, que me encanta jugar a baloncesto, me pusieran a jugar todos los días con el Valencia Basket (al que por cierto cuando tenga algo libre les tendré que hacer una caricatura colectiva, "one of these days"), aprendes mucho, pero cada día es una batalla contra tu moral y tu talento.

No voy a dar detalles porque esto ya es algo más privado y los que me conocéis ya sabéis donde y como. Pero en el fondo no es muy diferente a cualquier trabajo cualificado donde todo consiste en rentabilizar conocimientos aplicados al sistema de producción (o eso me dice el tipo que me mira desde el otro lado del espejo cuando viajo en el metro)
Es por esto que a veces siento que me quejo en exceso y a veces me siento muy privilegiado, es la eterna lucha entre la creatividad y la eficacia, pero como siempre digo, este es un blog de humor y actualidad así como de broma y tengo la tendencia en estas entradas a voltearme como un gato hacia la reflexión, y a la reflexión se la ve como a un señor pesado que dice cosas que no nos apetece oir. Moralina. O yo que sé.

Y mientras me bebo un café con leche que tenía un mosquito dentro (buej) en verdad os digo como Terminator que volveré... Volveré a subir audios o videos con contenidos actuales y con las mezclas mentales que tanto me dan la vida, y con las que creo que me se expresar como cuando dibujo. Y eso que me he procurado lugares de parapeto artístico como las Jam Session de Café Murnau o los Drink & Draw de L'Ermitá donde cojo la maquina del tiempo y en pantalones cortos me pongo a dibujar sin importar nada más que pasarlo bien un rato expresándote como más o menos la técnica y el cansancio te lo permiten.

Así que sin más, que además se me acaba el tiempo, espero que cuando vuelva a la trinchera, tarde poco en volver a la acción y pueda o sepa combinar la batalla del mundo real con el onírico y siga creciendo (no físicamente) como este 2014 me lo esta permitiendo hacer. Ale majos, que os la pique un grajo.