25.2.16

Una especie de doble vida.

Hoy es uno de esos días soleados con aire fresquito que tanto aparecen gracias al cambio climático, aunque siempre han existido, y me siento en un banco del parque limpiándome las migas del bocadillo, sintiéndome que soy el que más migajas genera al comer, pensando en lo que últimamente me sucede.
Resulta que sueño muy fuerte, es como si mi letargo sucediera en la vida real, como si la mente asumiera que la rutina está más cerca de la fase REM, y el subconsciente quisiera darle vida a mis emociones con vivencias que parecen reales, vamos, lo que es estar en una ensoñación pero al revés.
Me despierto por la mañana sin saber si lo que he estado soñando sigue en la realidad y eso es algo que me hace preguntarme por qué sueño esto, ¿es algo que estoy rememorando?, ¿es algo que quiero que suceda?, ¿acaso mi subconsciente me está avisando de algo?
Por supuesto que no estoy pidiendo soñar con desayunar un maravilloso hojaldre o unos bollitos de leche con jamón o soñar que estoy esperando el autobús, pero cuando sueño no tengo ni por asomo la sensación de estar soñando, lo vivo y ya está.
No se siquiera si el subconsciente tiene una función concreta, se supone que coge recuerdos y situaciones y ajenos a nosotros los mezcla en nuestra cabeza cuando estamos descansando, lo que siento actualmente es que estoy viviendo una doble vida, es lo que tiene quizás rechazar la rutina o estar preocupado por las cosas cotidianas y desear con fuerza viajar a lugares mágicos donde uno puede aprender cosas nuevas o tener la sensación de no poder abarcar toda la información que llega a nuestras manos (quizás mejor decir nuestras pantallas) y sentirse ralentizado.
Este texto sólo me genera más dudas, esa posición de no saber con seguridad que sabes o dudar sobre la postura que tomar ante ciertas posiciones, la cual dicen es más inteligente que saber de todo y opinar categóricamente sobre cualquier cosa, pero yo no me siento más listo, ni más sabio, ni nada. Yo me llamo Ralph.